Opel Combo Electric: una furgoneta familiar que admite perros

El aliado perfecto es el Opel Combo Eléctrico , un vehículo multiusos diseñado para combinar practicidad y cero emisiones locales: autonomía real para el uso diario, carga rápida y un interior flexible. En otras palabras, un vehículo que habla el lenguaje de la vida cotidiana —el lenguaje de las correas, los juguetes, los niños y las bolsas de fin de semana— sin sacrificar la comodidad ni la tecnología. En este contexto, los elementos clave van de la mano: una autonomía de 344 km, carga rápida de 100 kW, faros Intelli-Lux Matrix y hasta 7 plazas para viajar de forma sencilla y sin preocupaciones.
La promesa técnica es tangible. Con una batería de 50 kWh, el Combo Electric puede recorrer hasta 344 km según el ciclo WLTP, suficiente para salir de la ciudad, llegar a un parque natural favorito o a una playa apta para perros, y regresar sin preocupaciones por la batería. En estaciones de carga de alta potencia, la carga rápida de 100 kW lleva la batería del 20 al 80 % en poco menos de media hora: tiempo justo para que tus compañeros de viaje estiren las piernas y tomen un café. Así es como la movilidad eléctrica deja de ser una teoría para convertirse en un gesto cotidiano, que se repite con naturalidad.
Con perros a bordo, el espacio marca la diferencia. Con 4,41 metros de largo, el portón trasero cuadrado del Opel Combo Eléctrico crea un maletero fácil de organizar: el umbral de carga de 59 cm es ideal para cachorros y perros mayores, mientras que la amplia apertura del portón trasero elimina cualquier equilibrio. En el interior, los asientos deslizantes y los respaldos abatibles crean un espacio de más de 2,20 metros de largo y casi 1,2 metros de ancho: un auténtico "salón" de campamento para descansar a la sombra o para cambiarse rápidamente después de una carrera en el barro. Quienes tengan necesidades adicionales pueden elegir la versión XL de 4,76 metros, que añade dos asientos y amplía la tripulación a siete sin sacrificar el espacio de carga; con los asientos abatidos, la capacidad aumenta a 4.000 litros (hasta el techo). Tres asientos individuales opcionales en la segunda fila aumentan la flexibilidad y permiten adaptar el interior para acomodar transportines, transportines y mochilas.
A bordo, el ambiente se mantiene alto, día y noche. El techo panorámico opcional proporciona luz y, al atardecer, un trocito de cielo estrellado; el parasol eléctrico protege durante las horas de mayor afluencia. La consola central integrada crea espacios de almacenamiento adicionales, parte de un total de 27 soluciones de almacenamiento con un total de hasta 186 litros de espacio en la cabina: galletas, cuencos plegables, guantes y toallitas tienen su lugar. El habitáculo habla por sí solo: un panel de instrumentos digital de hasta 10 pulgadas, infoentretenimiento intuitivo e información precisa sobre el consumo de combustible y la energía recuperada. Es el tipo de ergonomía que te hace sentir como en casa al instante, incluso cuando la casa se muda.
La seguridad no es una opción cuando llevas a tus mejores amigos a bordo. Los faros adaptativos antideslumbrantes Intelli-Lux Matrix iluminan la carretera sin molestar al tráfico que viene en dirección contraria, mientras que 18 sistemas de asistencia te mantienen alerta, desde el control de crucero adaptativo con Stop & Go hasta la cámara de visión trasera panorámica de 180° para maniobrar con confianza en parques infantiles y estacionamientos concurridos. Toda la tecnología está ahí para liberar tu mente y hacer espacio para lo que importa: tiempo compartido.
Esta historia de practicidad tiene raíces profundas. Hace cuarenta años, en el Salón del Automóvil de Frankfurt de 1985, el Opel Kadett Combo inventó una visión diferente de la furgoneta compacta: modular, increíblemente fácil de configurar y capaz de adaptarse sin problemas del trabajo a la vida cotidiana. Hoy, el Opel Combo Eléctrico continúa ese legado y lo lleva a la era de los enchufables, demostrando que los vehículos eléctricos también pueden, y sobre todo, ser cómodos, accesibles y familiares. El hilo conductor es la flexibilidad: ayer con mamparas y asientos plegables, hoy con software, carga rápida y un habitáculo que cambia de forma sin esfuerzo.
Al final, la imagen más simple y hermosa permanece: el portón trasero abriéndose sobre el césped, el perro saltando, la sonrisa del conductor. Es ahí donde el Opel Combo Eléctrico encuentra su pleno significado: no tanto en los números, por importantes que sean, sino en la forma natural en que acompaña nuestros días. Y si el Día Mundial del Perro se convierte en una excusa para descubrir un nuevo camino, lo es doblemente: es una celebración que se asemeja a una elección: la de avanzar mejor, juntos.
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