El espectacular Rolls-Royce para quienes buscan diferenciarse del resto de conductores
Elías Juárez
Si hacemos un repaso a los trabajos de los especialistas en preparaciones Mansory, no hay duda de que la firma ha demostrado en repetidas ocasiones su capacidad para crear proyectos llamativos. Su estilo no suele pasar desapercibido y, en ocasiones, sus excesos a nivel de diseño superan lo que para muchos conductores sería el buen gusto estético.
En esta ocasión, la marca parece no haber sobrepasado ese límite en este Rolls-Royce Cullinan Series II 2025 modificado. Comenzando por la cabina, queda claro que se ha buscado conjugar unos acabados interiores de primera calidad con un toque clásico, tal y como se observa en las imágenes del habitáculo de este SUV británico de lujo transformado.
El vehículo cuenta con una tapicería de cuero marrón con un acolchado en forma de rombos, ribetes blancos en contraste, molduras de fibra de carbono, un volante personalizado y el nombre del preparador grabado en ciertos componentes.
El exterior no es tan discreto como el modelo original, pero las molduras de carbono forjado de ciertos accesorios están en consonancia con el tono mayoritariamente negro de la carrocería. El vehículo cuenta con una sección inferior del paragolpes delantero rediseñada, faros de iluminación diurna alargados y nuevas molduras en los guardabarros delanteros.
A todo ello se suma también la presencia de faldones laterales, extensiones de pasos de rueda, un alerón trasero en el techo, otro en la zona media portón posterior y un difusor trasero que puede resultar, para algunos, algo excesivo para un automóvil de esta categoría.
El Rolls-Royce Cullinan modificado por Mansory también incluye llantas nuevas, está más cerca del suelo gracias a una suspensión modificada y cuenta con tubos de escape centrales. Los cristales tintados contribuyen a dar un aire distintivo a su aspecto, al igual que sucede con las llantas de aleación específicas.
El tren motriz ha permanecido sin modificaciones, por lo que se mantiene con el motor V12 biturbo de 6,75 litros y 600 caballos de potencia en la variante Black Badge, que se quedan en 570 CV en la versión estándar del Cullinan.
En el primer caso, el automóvil entrega nada menos que 900 Nm par máximo, mientras que esta cifra es de 850 Nm en el segundo. Cabe recordar que, pese a sus proporciones y a su peso, el Rolls-Royce Cullinan de serie necesita poco más de cuatro segundos para acelerar de 0 a 100 km/h.
Si te interesa apreciar aún mejor los detalles de este espectacular vehículo transformado por Mansory, solo tienes que echar un vistazo al vídeo que acompaña este artículo.
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