El pedal del acelerador en los coches tiene otra función: pocas personas lo saben.

Aunque sea un secreto para muchos conductores, esta otra función del pedal del acelerador es, sin embargo, muy práctica.

¿Y si el pedal del acelerador sirviera para algo más que impulsar el coche? Muchos conductores no lo saben, pero el creciente número de vehículos eléctricos en nuestras carreteras esconde una característica sorprendente. Cambia radicalmente nuestra forma de conducir y hace que cada viaje sea más eficiente. Esta innovación tiene un nombre: conducción con un solo pedal.

El principio es fácil de entender. Al soltar el acelerador, el coche no mantiene su impulso como con un motor de combustión. En concreto, al levantar el pie del acelerador, el coche reduce la velocidad por sí solo, de forma más o menos significativa según el modo regenerativo elegido por el conductor. ¡No es necesario pisar el freno! Esta energía se convierte en electricidad y se devuelve a la batería. El resultado: la autonomía del vehículo aumenta.

La conducción con un solo pedal, especialmente popular entre los usuarios de coches eléctricos, ofrece otras ventajas. Al reducir la necesidad de pisar el freno para reducir la velocidad, se reduce el desgaste de las piezas mecánicas, especialmente de las pastillas de freno. Además, cada vez que se levanta el pie del acelerador, la batería se recarga gratuitamente. La conducción también se vuelve más suave, sobre todo en atascos o en ciudad, donde este sistema hace que el viaje sea más agradable.

Finalmente, el sistema de "un solo pedal" también ofrece mayor seguridad y tranquilidad. Al controlar la aceleración y la desaceleración con un solo movimiento del pie, el conductor ahorra energía y puede concentrarse más en la carretera. Este nuevo sistema, aún desconocido para la mayoría de los conductores que aún viajan con motor de combustión, supone una pequeña revolución. Transforma la conducción en una experiencia más económica y menos agotadora.