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Aunque sea por unos segundos, este gesto es obligatorio en caso de parada bajo pena de una fuerte multa.

Aunque sea por unos segundos, este gesto es obligatorio en caso de parada bajo pena de una fuerte multa.

Esta infracción de tráfico, demasiado poco conocida por los automovilistas, puede resultar especialmente costosa.

¿Qué es peor que recibir una multa por una infracción que ni siquiera sabías que existía? Sin embargo, este es el destino de muchos conductores que, cada año, cometen infracciones sin saberlo. Cabe mencionar que el Código de Circulación enumera miles de prohibiciones y es casi imposible conocerlas todas. Entre todas las normas de conducción que se deben seguir al volante, hay una que es bastante cruel, ya que solo se aplica a vehículos estacionados. Y sí, es posible que la policía te pare y te multe incluso antes de dar el primer giro al volante. Y esto lo saben relativamente pocos conductores.

Esto no tiene nada que ver con un coche potencialmente defectuoso (faro roto, matrícula ilegible, parabrisas cubierto de nieve, etc.) ni con una prueba de alcoholemia. No, está relacionado con un hábito que ciertos conductores tienden a desarrollar, sobre todo en el centro de las ciudades, donde el tráfico suele ser más denso. ¿Quién, al conducir, no se fija en un coche aparcado con las luces de emergencia encendidas delante de un colegio, otra vez al pie de un edificio, o incluso delante de un estanco o una panadería? Con frecuencia, el ocupante del coche, sabiendo que no se quedará mucho tiempo, deja el motor en marcha. Sin saber, sin duda, que está cometiendo una infracción que podría costarle muy cara.

© 123RF

Un antiguo decreto del Ministro de Obras Públicas y Transportes, de 1963, prohíbe esta práctica, considerada contaminante. «Los vehículos estacionados deben tener el motor apagado, salvo en caso de necesidad», establece. El artículo R318-1 del Código de Circulación explica que «los vehículos a motor no deben emitir humos, gases tóxicos, corrosivos u olorosos en condiciones que puedan incomodar a la población o comprometer la salud y la seguridad públicas».

Dejar el motor en marcha mientras está parado contribuye a la emisión de gases y partículas finas. Y, contrariamente a la creencia popular, no reduce el consumo de combustible en comparación con apagar y volver a arrancar el motor. Sin embargo, puede ser una multa, como ocurre con entre 2.000 y 3.000 conductores franceses cada año.

Y la factura es especialmente elevada, ya que la multa por no girar el motor estacionado es de clase 4. Esto equivale a 135 euros, 90 si se paga en un plazo de 3 días si la multa se entregó en persona o en un plazo de 15 días si llegó por correo. Pasados ​​45 días, la cantidad puede ascender a 375 euros. Obviamente, no hay obligación, sin embargo, cuando el coche está en circulación, por ejemplo, detenido en un semáforo en rojo. También existe una excepción que permite encender el motor estacionado, cuando el conductor lo hace con mucho frío para arrancar el vehículo. ¡Uf!, porque esta práctica es muy útil cuando llega el invierno, y con él sus gélidas temperaturas...

L'Internaute

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