La mitad de los españoles compraría un coche eléctrico si tuvieran más subvenciones

En el momento de la compra de un vehículo, los conductores españoles tienen claras sus tres principales prioridades. En primer lugar, el bajo consumo de combustible (con el 58%) es lo que más revisan los clientes. Después, le siguen el precio (51%) y la seguridad (37%).

A pesar de este contexto, el 58% de los colaboradores en el análisis de Citroën confiesa que utilizaría un coche eléctrico para sus desplazamientos diarios, pero solo el 24% ve muy probable que considere un eléctrico para su próxima compra de automóvil.

Según el estudio, la mayoría de los españoles invertiría en la compra de un coche 100% eléctricos si hubiera más subvenciones estatales y mejores condiciones de financiación.

En concreto, uno de los principales puntos débiles del sector del automóvil en nuestro país son los elevados precios de los coches eléctricos y las insuficientes ayudas que reciben, según afirman el 58% de los encuestados.

Además, el 28% directamente afirma que no invertiría en un vehículo 100% eléctrico porque los precios son inaccesibles y el 16% pone el foco concretamente en las insuficientes ayudas por parte del Estado para que la población acceda al coche eléctrico.

«El alto coste es una barrera significativa, pero Citroën ha apostado por dejar atrás el 'quiero y no puedo' de los usuarios para hacer la electrificación accesible a todos los perfiles de conductores, desde los urbanos hasta los que buscan un coche familiar o con mayor autonomía», ha señalado la directora de marketing de Citroën en España, Cristina Pérez.

Según la organización ecologista Transport & Environment (T&E), el momento en que la compra de un coche eléctrico compensa económicamente a la de uno de combustión se está acercando rápidamente, y en muchos casos ya se ha alcanzado, principalmente debido a los costes de uso y mantenimiento, aunque el precio inicial sigue siendo un factor clave.

Así, afirman que la electricidad es significativamente más barata por kilómetro que la gasolina o el diésel, especialmente si se carga en casa y aprovechando tarifas nocturnas. T&E resalta que esta diferencia es el principal motor del ahorro a largo plazo.

En cuanto al mantenimiento, los vehículos eléctricos tienen menos piezas móviles (sin motor de combustión, caja de cambios compleja, sistema de escape, etc.), lo que se traduce en un mantenimiento considerablemente más sencillo y menos costoso. Se estima que los costes en este apartado pueden ser un 20-30% más bajos que los de un coche de combustión.

Respecto al principal escollo, el precio de compra, T&E pronostica que, gracias a la caída de los costes de las baterías y el aumento de la producción, los vehículos eléctricos pequeños y medianos serán tan asequibles como los de gasolina alrededor de 2025. Ya hay modelos en el segmento B (compactos pequeños) que se espera sean rentables para los fabricantes con precios cercanos a los 25.000 euros.