Jeep Renegade Willys: un pequeño aventurero con apellido ilustre en un entorno de abundancia

Jeep lanzó al mercado local la versión Willys de su SUV compacto Renegade. Se trata de la versión más equipada de la gama y la más apta para la práctica del off-road. El lugar elegido para el manejo, los Esteros del Iberá, en la provincia de Corrientes, ofrecieron el marco ideal para conocer sus capacidades.
Esta acción sirvió también para presentar lo que la marca denomina Jeep Nature, un programa de actividades con clientes que busca aprovechar el potencial de un vehículo 4x4 para vincularlo a experiencias relacionadas con la naturaleza.
Esta nueva variante Willys viene con tracción en las cuatro ruedas (el único de la gama Renegade) y reemplaza a la Trailhawk, con un nivel de equipamiento un poco superior, además de unos nuevos neumáticos que potencian su capacidad off-road.
Las otras diferencias son más notorias ya que tienen que ver con lo estético. Se trata de una serie de decoraciones tanto exteriores como interiores que hacen referencia al Willys, el modelo que de alguna manera dio por nacimiento a la marca Jeep, en 1941.
La mecánica de esta nueva versión es la misma que traía el Renegade Trailhawk: motor naftero turbo de 1.3 litros y 175 caballos de fuerza, unido a una caja automática de 9 velocidades y sistema de doble tracción con reparto automático de fuerza y programas de manejo. Esta variante ya está a la venta, con un precio de lista de 40.100 dólares e incluye un nuevo color a la gama: bautizado como Verde Recon, rinde honor a los Jeep originales.
Una caravana del nuevo Jeep Renegade Willys pasan junto a una familia de carpinchos.
Producido en el Polo Automotor Stellantis de Goiana, en Pernambuco, el Jeep Renegade es, por ahora y a la espera de la llegada del Avenger, el modelo más chico de la marca en el mundo. Se trata de un SUV pensado para el día a día pero que la herencia todo terreno de la marca aparece en esta versión Willys.
Es uno de los pocos SUV compactos del mercado que todavía ofrece una versión con tracción en las cuatro ruedas, con la particularidad que su sistema funciona bajo demanda. Es decir, que todo el tiempo está revisando cómo distribuir la fuerza del motor.
Además, incluye programas con funcionamientos específicos de acuerdo con la superficie que estamos transitando. Las opciones Barro, Arena, Nieve y Roca ajustan las gestiones del motor, la transmisión y los frenos para dar la mejor respuesta posible según el terreno. También está la función 4WD Low, que no es una 4x4 “de baja” ya que carece de caja de transferencia, pero permite aprovechar mejor la fuerza del motor.
Los nuevos neumáticos del Jeep Renegade Willys mejoran el rendimiento en barro.
Ofrece también una opción "Lock", que funciona como si fuese un bloqueo de diferencial central para que las cuatro ruedas giren a la misma velocidad, mejorando el rendimiento en superficies difíciles.
Esta versión Willys agregó un nuevo tipo de neumático que es todavía más capaz al momento de salir del asfalto. Se trata de unos Scorpion ATR+ con un surcos más profundos. Los 140 mm de lluvia que cayeron en la zona de los esteros en las horas previas crearon una exigencia perfecta para estas nuevas ruedas.
Sin ser un 4x4 extremo, el Renegade Willys respondió muy bien en superficies de baja adherencia. Atravesó incluso huellones cubiertos de un barro que hacía muy resbaladiza la superficie y complicaban el manejo. Con otros neumáticos hubiera sido más complicado (o imposible) salir airoso de esa situación.
El Jeep Renegade Willys lleva un decorado que recuerda a su origen.
Lo mejor de todo es que ese nuevo dibujo no se traduce en una rumorosidad marcada al viajar en ruta. En ese sentido, los ruidos aerodinámicos a partir de los 110 km/h siguen siendo aspectos mejorables de este Jeep.
Quien firma este texto tuvo la posibilidad de conocer los Esteros del Iberá hace más de 30 años. En esa ocasión, transportando una heladera a querosene en una canoa a botador, el recorrido incluyó recorrida por los esteros y la laguna Iberá. Como recuerdo queda el encuentro con apenas una familia de carpinchos y no mucho más contacto con la fauna del lugar.
Un carpincho dentro del Parque Nacional Iberá.
En la actualidad, y luego de años de conservación a partir de la creación del Parque Nacional y Parque Provincial, el paisaje cotidiano de los esteros es mucho más abundante y diverso.
No hay que andar mucho para cruzarse con numerosos ciervos, yacarés, ñandúes, pecaríes y una amplia variedad de aves, incluyendo el majestuoso jabirú, una enorme cigüeña de collar rojo y cabeza negra. Y por supuesto que los carpinchos son multitud.
Parte de este nuevo escenario es gracias al trabajo de la Fundación Rewilding, se encarga de conservar y mejorar la fauna del lugar y de reintroducir al hábitat de los Esteros aquellas especies que se extinguieron.
Uno de los tantos ciervos que hoy se dejan ver fácilmente en los Esteros del Iberá.
En 2001 el filántropo conservacionista Douglas Tompkins adquirió la estancia Rincón del Socorro para crear una reserva natural de 30.000 héctareas que sería manejada por su fundación, The Conservation Land Trust. La idea era crear el mayor parque natural de Argentina, traer de vuelta a las especies que se habían extinguido y promover una economía basada en el turismo de naturaleza.
El equipo de la fundación se encargó de retirar al ganado del campo, removieron cientos de kilómetros de alambrado e iniciaron el mayor proceso de reintroducción de fauna localmente extinta. De ahí viene la denominación rewilding, que en inglés significa algo así como "Volver a lo salvaje".
Ya se han liberado osos hormigueros gigantes, venados de las pampas y pecaríes de collar. Parte de este proceso finalizó con la donación de las tierras para la creación del Parque Nacional Iberá el cuál junto a la reserva provincial conforman el gran Parque Iberá.
Un ocelote, la próxima especie a ser reintroducida en los Esteros del Iberá.
Y el próximo desafío será la reintroducción del ocelote, el tercer mayor felino de América, por debajo del yaguareté y el puma, que ya se encuentra en su etapa final de adaptación para volver a habitar los Esteros. Más adelante será el turno de la nutria gigante, el mayor depredador de agua dulce de Sudamérica, con un papel crucial en el equilibrio de ecosistemas acuáticos.
Clarin