La importancia de abrir la puerta del coche a la holandesa: podría costarte más de 200 euros

A pesar de que a muchos les pueda parecer una nimiedad, la forma en la que se abre la puerta del coche y se sale del vehículo puede ser crucial para evitar una multa en España. La realidad es que no muchos conductores saben cómo la Dirección General de Tráfico (DGT) aconseja realmente salir del automóvil, y esa manera no es otra que abriendo las puertas 'a la holandesa', algo que hacen muy pocos usuarios.

Esta manera de salir del coche no es que solo sea recomendable para eludir un incidente, sino que además es el mejor método para evitar una cuantiosa multa de tráfico. Aunque la gran mayoría de conductores piense que da exactamente igual cómo abrir las puertas del vehículo, lo cierto es que si se hace sin ningún tipo de precaución y con imprudencia, el resultado puede ser bastante catastrófico.

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Como se puede intuir, el abrir las puertas 'a la holandesa' proviene de Países Bajos, donde la gran mayoría de conductores abandona el vehículo de esta manera: en lugar de hacerlo con la mano más próxima a la manija, se hace con la contraria a la que sería 'natural': es decir, un conductor que quiera abandonar el vehículo, en lugar de abrir la puerta con la mano izquierda, lo hace con la derecha. Pero, ¿por qué se hace así?

La respuesta tiene que ver con la Seguridad Vial, y es que al abrir la puerta del coche con la mano contraria, hay que girar más el cuerpo para poder hacerlo, lo que a su vez implica que se tenga un campo de visión más amplio. Al poder visualizar mejor qué es lo que ocurre alrededor del vehículo, se puede detectar mucho más rápido si algún ciclista, peatón o motorista está viniendo por ese lado del automóvil, y así se podrá evitar abrir la puerta justo cuando pase.

Si no se sale del vehículo de esta manera, es mucho más probable que se pueda golpear a un ciclista que circula justo en ese momento, y si se provoca un incidente en esa circunstancia, el conductor del automóvil podría ser multado con más de 200 euros. Además, y aunque muchos no lo crean, esta acción está recogida en el propio Reglamento General de Circulación (RGC).

"Se prohíbe llevar abiertas las puertas del vehículo, abrirlas antes de su completa inmovilización y abrirlas o apearse sin haberse cerciorado previamente de que ello no implica peligro o entorpecimiento para otros usuarios, especialmente cuando se refiere a conductores de bicicletas", dice el artículo 114 del texto legislador, por lo que salir del coche sin tener ningún tipo de precaución puede ser mucho más costoso para los usuarios de lo que puedan pensar.