Diez años de la patada de Rossi a Márquez en Sepang: el día en que MotoGP dibujó dos bandos y se futbolizó para siempre

Hace diez años, dos de los grandes mitos del motociclismo mundial protagonizaron un incidente que transformó para siempre la especialidad, un encontronazo bautizado internacionalmente como el Sepang Clash, el choque de Sepang. Todavía hay quienes defienden hoy que no hubo patada de Valentino Rossi a Marc Márquez, y tanto la afición como miembros del paddock de MotoGP mantienen tesis opuestas sobre lo que ocurrió aquel día en el GP de Malasia, más allá de lo que cuentan las imágenes. Posturas irreconciliables hasta entonces, inéditas en la disciplina, más propias de un Madrid–Barça como el que se disputa este domingo en el Santiago Bernabéu.
“Aquello era un horno, como un Clásico de última jornada de liga y con el título en juego, un ambiente muy caldeado que nunca habíamos experimentado en el motociclismo”, rememora en conversación con EL PAÍS Ignasi Sagnier, por aquel entonces director de comunicación del Mundial. El toque entre el piloto de Honda y el de Yamaha terminó con Márquez en el suelo en la séptima vuelta de aquella carrera y Rossi en el podio, pero sancionado para la última cita del curso en Valencia, donde perdió la batalla con Jorge Lorenzo y la décima corona mundialista. Esa carrera posterior al choque de trenes, en Cheste, fue el Everest mediático de MotoGP, uno que trajo consecuencias positivas a nivel comercial, pero también un vendaval de toxicidad que ya no ha abandonado la categoría.
Este año, los vítores e insultos de un sector de la afición cuando el 93 se cayó durante la sprint de Misano subrayaron una vez más el cisma que todavía existe en el deporte: o eres de Márquez o eres de Rossi. En Mugello también hubo pitidos al flamante campeón del mundo, ahora puntal de Ducati. Desde entonces, el español ha tenido que viajar a Italia con refuerzos de seguridad, mientras el italiano también requirió escolta en las citas en España.
“Todos conocemos lo que pasó en Sepang ese día, pero hay muchas otras cosas detrás de ello que no son de conocimiento público. En parte, ni siquiera fue culpa de los dos pilotos”, cuenta Davide Tardozzi, jefe de equipo de la fábrica italiana. “Vale y Marc son dos iconos y deberían ser adorados por todos, y como amante del motociclismo, es una pena que no se hablen. Podrían hacer cosas juntos y enviar mensajes positivos para ayudar al deporte”, añade una de las figuras que más alto y claro ha hablado sobre este asunto.
Dentro del paddock son pocos quienes se mojan, y mucho menos en abierto. “Lo cierto es que la afición se polarizó, o estás a favor de uno o del otro, como en el fútbol”, recuerda uno de los jefes de prensa que se vio involucrado en el tinglado. “Fue la primera vez que las motos abrieron el telediario, desde Sepang hasta Valencia estuvieron un par de semanas en todas las portadas. Aunque fue positivo en cierta medida, a nadie que ama de verdad este deporte le gusta lo que pasó aquel día”, añade. En su opinión, todavía hay miedo a hablar porque muchos implicados mantienen una relación activa o estrecha con la disciplina.
A partir de su retirada en 2021, Rossi se alejó de la parrilla a pesar de contar con su propio equipo. Desde su entorno, confirman que el desenlace de la temporada 2015 sigue siendo un tema tabú. Mejor no tocarlo. “Todo estalló de golpe en Malasia, aunque venía de más lejos. Si viviste ese momento, es difícil apoyarles a ambos”, señala un asesor cercano al 46. “Esa futbolización no tiene por qué ser mala, tiene sus beneficios. Imagínate una liga sin el Madrid o el Barça, sin el Inter o el Milan. Tener a un gran rival es vital en cualquier deporte, y eso lo ha echado de menos MotoGP”, agrega. La reconciliación, aventura, es imposible.
“En todo mi tiempo en el paddock no he visto una rivalidad igual, tampoco en otras disciplinas. Es uno de los incidentes más sonados de la historia del deporte a nivel global”, subraya Sagnier, que lo vivió todo en primera fila. Otras fuentes de Dorna señalan que nada les gustaría más hoy que poder juntar a los dos enemigos y firmar el tratado de paz. Aunque en su día, y en más de una ocasión, Márquez le extendió la mano a Rossi, este ha rechazado todo acercamiento e incluso alimentado el conflicto con declaraciones incendiarias, la más reciente el año pasado. “Nadie ha sido tan sucio como él”, recordaba.
Hay quienes mantienen la esperanza. “Aquí todos los pilotos se juegan la vida, así que nadie debería alegrarse por la caída de otro. Se puede mantener una rivalidad sana, como la que vemos entre Barça y Madrid la mayor parte del tiempo”, opina otro responsable de comunicación mundialista. La actitud de talentos como el campeón de Moto3 colombiano David Alonso, capaz de celebrar una victoria disfrazado de Valentino Rossi y luego abrazarse en el parque cerrado con Marc Márquez, demuestran que las nuevas generaciones sí saben poner a un lado ese conflicto. “A muchos les explotó la cabeza ese día. Pero es así, los recién llegados solo ven a dos ídolos, a dos ejemplos, sin estar contaminados por todo aquello”.
En el décimo aniversario de la maniobra más universal de MotoGP, el certamen ha lanzado un mini-documental con algunas imágenes inéditas de aquella jornada que acumula ya medio millón de reproducciones en tres días y se sitúa entre los diez contenidos más vistos del curso en YouTube. El vídeo más visto de la historia del campeonato en la plataforma (128 millones de visualizaciones), cómo no, gira también entorno al choque de Sepang.
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