Prueba Renault Austral: ¿SUV híbrido con autonomía diésel?

La autonomía es el nuevo símbolo de estatus, especialmente para los coches eléctricos. Quien pueda recorrer más de 600 kilómetros ya se considera uno de los héroes de la electromovilidad en largas distancias. Pero el Renault Austral E-Tech Full Hybrid 200, con casi 1.000 kilómetros por depósito, establece un hito que los SUV premium totalmente eléctricos no pueden igualar. No requiere estaciones de carga rápida ni paradas de carga, sino que combina la tecnología tradicional de motor de combustión con un eficiente sistema eléctrico. El resultado es un SUV híbrido que destaca por su resistencia en el día a día.
El Austral se basa en un complejo concepto de propulsión: un motor turbo de tres cilindros y 1.2 litros con 131 CV, acoplado a dos motores eléctricos que coordinan su potencia mediante una transmisión multimodo. Renault prescinde del embrague tradicional. En su lugar, modos de conducción predefinidos gestionan la interacción entre el motor de gasolina y el eléctrico.
En modo serie, el motor de combustión se convierte en generador, mientras que la propulsión es completamente eléctrica. La acústica del sistema recuerda a los antiguos motores diésel. El pequeño motor de tres cilindros suena irregular y presente al generar potencia, casi como un viejo diésel common-rail en climas fríos.
La transmisión, que opera con 15 relaciones de transmisión teóricamente posibles, garantiza transiciones eficientes, aunque no siempre suaves. Las sacudidas al engranar y las pausas notables al cambiar de marcha pueden perturbar la armonía.
Aunque la tecnología parezca compleja, los resultados hablan por sí solos: un promedio de 5,7 litros cada 100 km (44,4 mpg) con conducción moderada. Las ventajas híbridas del Austral son especialmente evidentes en el tráfico urbano, con largos periodos de conducción puramente eléctrica, a veces incluso a 80 km/h (50 mph). Lo más destacado: con un depósito de tan solo 55 litros, el SUV alcanza una autonomía de casi cuatro dígitos. Esto se debe a la acertada combinación de recuperación, propulsión eléctrica y un eficiente motor de combustión. Una cifra típica de un diésel, solo que sin el diésel.
En la prueba de resistencia en condiciones reales, el consumo de combustible fluctúa según el perfil de conducción: desde unos modestos 5,6 litros hasta 7,4 litros en conducción rápida por carretera. Una cifra notable para un SUV totalmente equipado con 200 CV de potencia.
El Austral no solo destaca por su ahorro de combustible. En el uso diario, se beneficia de su sofisticado concepto de espacio. El asiento trasero es deslizante y ofrece un volumen total de carga de hasta 1736 litros. También cuenta con numerosos compartimentos portaobjetos y un doble piso de carga.
El icónico equipamiento Esprit Alpine Tiene todo lo que podrías desear: faros Matrix LED, pantalla de visualización frontal, volante de cuero calefactable y dirección integral. Esta última reduce notablemente el radio de giro, casi al nivel de un compacto en calles estrechas.
Sin embargo, no lo es. Todo es perfecto. El control por voz falla constantemente, el sensor de lluvia se sobrecarga con la nieve, y el panel de instrumentos digital también es confuso, con lecturas de distancia en segundos en lugar de metros: peculiaridades francesas que te tienen que gustar.
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