Bentley Continental GT Speed: Cómo Bentley britaniza la tecnología Porsche

Fotografía: Hans-Dieter Seufert
Dos cupés diferentes, el mismo sistema de propulsión, pero una forma de conducir completamente distinta. El nuevo Bentley Continental GT Speed toma prestada la tecnología del Porsche Panamera Turbo S E-Hybrid, pero la interpreta de una forma completamente única. Lo que suena como un ataque en Porsche se convierte en una expresión de potencia silenciosa en Bentley. Un ejemplo de artesanía británica.
En cuanto a la base, ambos modelos son gemelos prácticamente idénticos. Un V8 biturbo de cuatro litros se combina con un motor eléctrico de 190 kW que, junto con la transmisión de doble embrague, desarrolla una potencia total de exactamente 782 CV y un par máximo de 1000 Nm. Los componentes técnicos provienen de Porsche, pero la sensación es británica.
Mientras que el Panamera avanza con brío, el GT Speed se mueve entre el tráfico como un mayordomo bien entrenado. La aceleración es igual de brutal, pero el manejo es significativamente más refinado.
Un botón de arranque, un suave zumbido: eso es todo lo que el GT Speed necesita para ponerse en marcha. Hasta 140 km/h, el Bentley permanece en modo totalmente eléctrico, momento en el que el V8 entra en acción casi desapercibido. Incluso con carga pesada, el nivel acústico se mantiene bajo, gracias a un amplio acristalamiento acústico. ¿El sonido? Más sonoro que deportivo, más grave que soprano turbo. Mientras el Panamera presume de potencia, el GT Speed luce un traje a medida y gemelos. La transmisión se mantiene igual.
Suspensión neumática de dos cámaras, nuevos amortiguadores adaptativos de dos válvulas, eje trasero autodireccional y estabilización activa del balanceo: la tecnología es prácticamente idéntica a la del Porsche, pero la configuración sigue una filosofía diferente. El Bentley rueda sobre los baches como si hubieran sido suavizados previamente. Incluso en modo Sport, se mantiene sereno, controlado y silencioso. Mientras que el Panamera transmite cada bache al asiento, el GT Speed filtra las perturbaciones como si fueran auriculares de alta gama en el tráfico.
La diferencia es evidente en cada fibra del interior. Donde Porsche enfatiza la deportividad, Bentley demuestra elegancia. Alcántara, cuero finamente acolchado, indicadores giratorios y salidas de aire de precisión transforman el GT Speed en un salón en movimiento.
Los asientos están ventilados, calefactados y cuentan con función de masaje. Los controles son deliberadamente más lentos, con un botón giratorio para los modos y una rueda de zoom para la navegación. Quienes tengan antecedentes Porsche experimentarán a Bentley como un contrapunto: ni mejor ni peor, sino diferente.
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