Movilidad eléctrica: Robo de cables en la estación de carga

La batería está en la zona roja, y el conductor del vehículo eléctrico también. Encontrar una estación de carga en el rincón más alejado de un área de descanso puede ser una experiencia angustiosa. Pero el GPS suena tranquilizador: «Has llegado a tu destino». Ahora solo tienes que enchufarlo para que los niveles de energía del conductor y del vehículo se sincronicen. Mientras el viajero disfruta de un café, se supone que la máquina está recibiendo energía del cable. En teoría, al menos, porque un vistazo a la estación de carga revela: nada. Solo un trozo del cable sobresale del dispositivo. Un claro caso de vandalismo.