La prohibición de vehículos de gasolina y diésel afectará a los conductores a partir de esta fecha

La mayoría de los coches nuevos de gasolina y diésel estarán prohibidos en las carreteras a partir de finales de la década, con solo algunas excepciones limitadas que se mantendrán. El Partido Laborista prometió en su manifiesto restablecer la fecha original del 1 de enero de 2030 para la prohibición de los coches de gasolina y diésel en el Reino Unido, después de que los Conservadores la retrasaran hasta 2035.

En abril, el Gobierno confirmó que la prohibición se había adelantado, lo que significa que los grandes fabricantes no podrán vender modelos de combustión después de esa fecha. Los fabricantes de toda Europa están redoblando sus esfuerzos en la producción de coches eléctricos antes de la fecha límite, y muchas marcas ya ofrecen una combinación de todos los tipos de combustible. Además, existe una nueva competencia con la primera serie de coches eléctricos chinos, ya a la venta en el Reino Unido, a precios asequibles.

La secretaria de Transporte, Heidi Alexander, dijo: “Nuestros planes restaurarán la claridad para los fabricantes, brindarán confianza renovada a los inversores en infraestructura de carga y darán confianza a los consumidores que estén considerando hacer el cambio.

No se venderán nuevos coches de gasolina ni diésel a partir de 2030. Todos los coches y furgonetas nuevos deberán ser 100 % cero emisiones para 2035.

Sin embargo, los políticos acordaron algunas excepciones a pequeña escala que ofrecerán algunas alternativas a los autos eléctricos en el futuro.

Según los cambios, los vehículos totalmente híbridos, como el popular Nissan Qashqai e-Power, estarán permitidos hasta 2035.

Mientras tanto, las empresas británicas de bajo volumen, como el ícono de los autos deportivos Aston Martin, estarán exentas de los objetivos del mandato ZEV.

Los funcionarios enfatizaron que esto ayudaría a “preservar” algunas de las joyas más emblemáticas de la industria automovilística del Reino Unido para que permanezcan en los años venideros.

Sin embargo, la exención sólo se aplica a cualquier marca con sede en el Reino Unido que produzca menos de 2.500 automóviles al año, lo que significa que sólo las marcas de lujo se beneficiarán.

La iniciativa del Partido Laborista de suavizar las normas del Mandato ZEV fue recibida con optimismo por la industria automotriz, y la Sociedad de Fabricantes y Comerciantes de Automóviles (SMMT) respaldó la medida.

Mike Hawes, presidente de la SMMT, destacó que las empresas estaban bajo una "intensa presión" para cumplir con los "desafiantes" objetivos de ventas anuales.

Explicó: “El gobierno ha escuchado correctamente a la industria, ha respondido rápidamente a la dinámica global y ha reconocido la intensa presión a la que se encuentran sometidos los fabricantes.

“La industria sigue comprometida con la descarbonización del transporte por carretera, pero los objetivos del Mandato ZEV son increíblemente desafiantes, especialmente con la escasez de demanda de los consumidores y la agitación geopolítica.

Sin embargo, para que la demanda de vehículos eléctricos alcance los niveles necesarios, se requieren incentivos fiscales igualmente audaces que den a los conductores plena confianza para cambiarse.