Probamos el Audi Q3 que está a punto de ser renovado: es una buena oportunidad para encontrar este SUV a buen precio

Daniel Balcells

Motor: Gasolina, 4 cilindros Turbo + eléctrico Cilindrada: 1.984ccPotencia máxima: 190 CV a 6.000 rpmCambio: Automático, 7 velocidadesAceleración 0/100 km/h: 7,3 segundosVelocidad máxima: 222 km/hConsumo combinado: 7,8 l/100 kmEmisiones CO2: 177 g/kmDistintivo medioambiental: CLargo/ancho/alto: 448/184/158 cmDepósito: 60 litrosMaletero: 530 litrosPeso: 1.695 kgGarantía: 2 años sin límite kmPrecio: Desde 54.110 euros

www.audi.es

El Audi Q3 de segunda generación, que se presentó en 2018 y se lanzó en 2019, está ya en su fase final de vida comercial. De hecho, Audi presentaba hace unos días la tercera generación del modelo, que llegará antes de final de año. Pero hasta que el Q3 2026 sea una realidad, todavía quedan unos meses para que los interesados en el modelo actual puedan optar a buenas oportunidades sobre unidades ya existentes o para las últimas órdenes de producción disponibles. Pero llegar al “fin de ciclo” no tiene porqué ser negativo; al contrario: el Q3 fue el Audi más vendido en nuestro país en 2024, con más de 11.000 unidades matriculadas, demostrando su vigencia y atractivo en un segmento de feroz competencia.

Dicen que el final de un producto o tecnología es siempre mejor que el principio de una nueva, pues la trayectoria acumulada, la experiencia previa y las mejoras constantes proporcionan no sólo una mayor fiabilidad y conocimiento sino también, en ocasiones, ventajas de costes. En el caso de los coches, las evoluciones suelen comportar un aumento de precio. Y, en ocasiones, incluso un retroceso en términos de diseño, complejidad de funciones o equipamientos y planteamiento mecánico. Lo que para unos son avances o mejoras, para otros pueden ser lo opuesto...

Sea como fuere, el Audi Q3 ensayado equipa la contrastada e infalible combinación del motor 2.0 TFSI de cuatro cilindros turbo de la marca de los cuatro aros, dotado en esta ocasión con 190 CV, y vinculado a la archiconocida tracción quattro y al cambio automático DSG de 7 relaciones; una “santísima trinidad” de incuestionable eficacia dinámica, comodidad, precisión y diversión al volante.

Ciertamente, no cuenta con soluciones de hibridación (etiqueta C de la DGT) ni con otras “sofisticaciones tecnológicas” en forma de pantallas de gran formato, iluminación paramétrica o materiales interiores reciclados. Es, digamos, “lo de siempre”, sin grandes revoluciones, sin llamativas aportaciones y sin ‘inventos’... pero bendito continuismo frente a la incesante sucesión de nuevas marcas desconocidas, modelos anodinos y sin carisma, arriesgadas y “rocambolescas” propuestas de diseño rupturistas, tecnologías y funcionalidades superfluas –casi grotescas– y la omnipresente electrificación por imposición

Quizás por poco tiempo ya pero aquellos clientes que busquen un SUV para su familia de solvencia contrastada, eficacia consolidada, funcional, normativo, elegante, sobrio, sin artificios ni aportaciones impostadas, en Audi tienen su marca, en el Q3, un excelente candidato y en esta mecánica, una apuesta segura en la que confiar. Existen fabricantes, por suerte, que fían a la solidez de sus productos la capacidad de convencer y conquistar a sus clientes en lugar de optar por las modas –siempre pasajeras– o por un simple escaparate de tendencias tecnológicas.

Y es que pocos fabricantes logran una identidad tan marcada, tan propia y reconocible como Audi en el tacto de sus vehículos. Es fácil lograrlo en la imagen y la estética, pero conseguirlo en elementos más conceptuales (ergonomía y disposición de elementos, materiales, sonidos, reactividad de mandos…) es un valor más intangible pero de los que fidelizan clientes. Sentándose a los mandos y con los ojos cerrados cualquier cliente reconocería su Audi frente a otros modelos y esa sensación de “hogar a bordo” no la consiguen muchos de sus rivales, incluso algunos de prestigio y que atesoran una larga trayectoria en el sector.

En este sentido, el Q3 de 190 CV brilla por su suavidad de funcionamiento, por su silencio de marcha y por sus transiciones casi imperceptibles entre relaciones. Pero, sin embargo, denota y se perciben sus buenas aptitudes dinámicas; con una dirección precisa y firme, una suspensión que le aporta un buen aplomo y una pisada consistente pero que no resulta seca, dura o incómoda. Y, como siempre, la tracción quattro es un plus que suma estabilidad, seguridad, confianza y tranquilidad ante cualquier circunstancia.

En suma: formalidad y “buenos modales” pero con genio de sobra. Es de esos coches para disfrutar sabiendo de lo que es capaz más que evidenciando su potencial; es decir, satisface contar con una buena reserva de potencia y par en todo momento pese a que no se requiera o se emplee. En su caso, en el modo Dynamic, su punta de 222 km/h y su 0-100 en 7,3 s denotan que se trata de un SUV compacto capaz de mostrarse contundente y resolutivo cuando así se le exige.

Con su tanque de 60 litros lleno, anunciaba una autonomía estimada de 770 kilómetros; al final de nuestro recorrido de pruebas, y completados 250 km realizados en 5,5 horas de circulación eminentemente urbana y por autovías y autopistas –siempre a ritmos legales–, la autonomía prevista descendió hasta los 390 km, mientras que los registros logrados fueron de un consumo medio de 9,5 litros cuando homologa 7,8 litros de media oficialmente.

Pese a circular mayoritariamente en modo Efficiency y/o Comfort, el estilo de conducción no fue consciente o ‘deliberadamente’ eficiente, pero tampoco lo contrario. No se realizaron fuertes aceleraciones, ni se mantuvieron altas velocidades sostenidas, como tampoco en esta ocasión se afrontaron tramos de carretera de forma impetuosa o exigente. De ahí que sorprenda algo negativamente el dato de consumo obtenido, pues el margen para mejorarlo –en un uso normal y dentro de lo razonable– es escaso. Por lo demás, cuesta encontrarle defectos a una plataforma evolucionada durante los últimos siete años y a un producto convincente y altamente satisfactorio en cada uno de sus componentes, elementos y reacciones.