¿Se puede aparcar un patinete eléctrico en las aceras de la ciudad o está prohibido?

El uso de patinetes eléctricos plantea una serie de cuestiones legales y prácticas, también en relación con dónde se pueden aparcar sin multas ni obstaculizar a los peatones. Uno de los temas más controvertidos es el aparcamiento en las aceras, que sigue siendo objeto de malentendidos y malos hábitos.
Lo que dice la ley, el Código de Circulación actualizadoLa normativa de referencia sobre el estacionamiento de patinetes eléctricos es el Código de Circulación, actualizado con la reforma que entró en vigor en diciembre del año pasado, la cual introdujo medidas más estrictas para los vehículos eléctricos de micromovilidad. Según la nueva normativa, los patinetes eléctricos se consideran vehículos a todos los efectos. Como tales, deben cumplir las normas de circulación y estacionamiento. En la práctica, solo pueden estacionarse en las plazas designadas. Por consiguiente, la acera no es una zona libre para el estacionamiento de estos vehículos: dejar un patinete, salvo indicación contraria, equivale a cometer una infracción administrativa.
La prohibición de estacionar en las aceras se basa tanto en la protección de las personas más vulnerables como en el decoro urbano . Personas con discapacidad, personas mayores, niños pequeños, padres con cochecitos y personas ciegas son usuarios que hacen uso casi exclusivo de la acera.
La justificación de la prohibición es clara: las aceras son espacios destinados a la circulación exclusiva de peatones , incluidas las personas con discapacidad o movilidad reducida, que deben poder moverse con seguridad, sin obstáculos físicos ni peligro de tropiezo. El estacionamiento desordenado de patinetes, ya sea tumbados, inclinados de forma desordenada o abandonados en medio del paso, supone un riesgo para la seguridad ciudadana, además de comprometer el decoro urbano. Precisamente por ello, muchos municipios han adoptado normativas locales más estrictas que establecen zonas bien delimitadas para el estacionamiento de patinetes compartidos y fomentan el estacionamiento ordenado incluso para vehículos particulares.
El malentendido de la propiedad privadaOtro malentendido común entre los usuarios es que las normas de estacionamiento solo se aplican a los patinetes compartidos y no a los privados. El Código de Circulación no distingue entre vehículos públicos y privados : todos los vehículos que circulan en suelo urbano deben cumplir las mismas normas, independientemente de su propietario.
Incluso quienes utilicen un patinete adquirido para uso personal deben estacionarlo en las zonas permitidas y no pueden dejarlo en la acera, salvo indicación expresa. La seguridad y el orden público prevalecen sobre la libertad de movimiento individual.
Según la normativa vigente, se puede conducir un scooter a partir de los 14 años , sin necesidad de licencia ni placa de identificación. El uso del casco protector es obligatorio hasta los 18 años, mientras que para los adultos su uso es opcional, pero muy recomendable.
Se prohíbe el transporte de pasajeros, objetos o animales, así como cualquier tipo de remolque, activo o pasivo. Todos los vehículos deben estar equipados con luces delanteras y traseras, así como con un dispositivo de advertencia acústica en buen estado. En condiciones de poca visibilidad, y en cualquier caso desde media hora después del anochecer hasta media hora antes del amanecer, es obligatorio llevar chaleco reflectante de alta visibilidad o tirantes; esta misma obligación se aplica también al circular por túneles, independientemente de la hora.
Una última actualización normativa se refiere a la introducción de la obligación de seguro , cuyos métodos y requisitos aún se están definiendo en los decretos de aplicación.
Las sanciones previstas por la legislaciónEn cuanto a las sanciones, el Código de Circulación prevé multas de entre 41 y 168 euros para quienes estacionen su patinete eléctrico ilegalmente. En los casos más graves, cuando el vehículo obstruye el tránsito peatonal o pone en peligro la seguridad de las personas, también se puede ordenar su incautación o retirada forzosa.
Asimismo , está prohibido circular por la acera : quien conduzca un patinete en este espacio peatonal se arriesga a una multa mayor, de entre 42 y 173 euros. La única excepción prevista es la posibilidad de llevar el patinete en la mano, es decir, sin que el vehículo esté en marcha, como si fuera un objeto para transportar o arrastrar. En este caso, se puede cruzar la acera sin incurrir en sanciones, pero no se puede empujar el vehículo con el motor en marcha ni conducirlo con el conductor a bordo.
El papel de los operadores compartidosLa responsabilidad no recae solo en los usuarios particulares. Las empresas de transporte compartido también deben cumplir con la normativa y colaborar con las administraciones para el orden urbano. En varias ciudades ya existen sistemas que impiden realizar viajes fuera de las zonas designadas . En concreto, es obligatorio tomar una foto del vehículo estacionado para comprobar su posición. De lo contrario, el usuario puede ser multado por la empresa o sufrir el bloqueo indefinido de su cuenta.
La inteligencia artificial y el rastreo GPS están transformando la gestión del estacionamiento en la micromovilidad eléctrica. Las aplicaciones de los principales operadores de vehículos compartidos están equipadas con sistemas que impiden físicamente finalizar un viaje fuera de las plazas autorizadas. Por ello, algunos patinetes eléctricos están diseñados para reducir la velocidad o detenerse por completo al entrar en zonas prohibidas.
Estas herramientas permiten el control automático de las infracciones y reducen la necesidad de intervención humana. A pesar del poder de la tecnología, es evidente que un componente cultural sigue siendo fundamental: la conciencia individual de las garantías de un comportamiento respetuoso con la comunidad.
El papel de la señalización y la infraestructura urbanaOtro aspecto que se pasa por alto es la calidad y la eficacia de la señalización urbana. En muchas ciudades italianas, las zonas de aparcamiento para patinetes no están claramente identificadas o son poco visibles. La claridad de la señalización, la uniformidad gráfica y la presencia de pictogramas fácilmente interpretables son elementos decisivos para una movilidad ordenada.
El estacionamiento desordenado de patinetes eléctricos también conlleva costos indirectos para la comunidad. La necesidad de retirarlos, gestionar las quejas, restaurar el orden y cualquier mantenimiento de las zonas dañadas absorbe recursos públicos y ralentiza los servicios urbanos. Finalmente, en algunas ciudades, se han multiplicado las intervenciones de la Policía Municipal y los recolectores de basura para limpiar las aceras y restablecer el orden.
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