Nadie piensa en ello: abrocharse el cinturón de seguridad es imprescindible incluso en asientos vacíos

Abrocharse el cinturón de seguridad antes de salir a la carretera se ha convertido en un acto reflejo para casi todos los conductores. Pero esta norma, que hoy parece tan obvia, no es tan antigua. Se remonta a 1973 y, en aquel entonces, solo se aplicaba a los pasajeros sentados en la parte delantera del coche. No fue hasta 1990 que esta obligación se extendió a todos los ocupantes. Este sistema de seguridad, que sirve para sujetarnos en caso de una colisión violenta, salva vidas a diario. Pero aunque todos hemos adquirido el hábito de abrocharnos el cinturón de seguridad, a casi nadie se le ocurre abrocharlo en los asientos vacíos del vehículo. Puede parecer innecesario, pero este gesto, que solo toma unos segundos, puede salvar vidas.
Especialmente durante la ajetreada temporada navideña, cuando los coches van particularmente llenos. En verano, la mayoría de los coches viajan a alta velocidad con el maletero lleno. Maletas, neveras portátiles, cochecitos y juguetes de playa suelen ir amontonados en el maletero, y pocos turistas se toman el tiempo de usar un sistema de seguridad para asegurarlos.
Desafortunadamente, en caso de impacto o colisión con otro vehículo, estos objetos pueden convertirse en auténticos proyectiles. Este fenómeno, conocido como "efecto elefante", amplifica significativamente la fuerza del impacto de un objeto en movimiento. Una simple maleta de viaje mal colocada puede convertirse en una masa de varios cientos de kilos, propulsada por el habitáculo.

Cuando uno o más pasajeros viajan en la parte trasera de un coche, su peso puede actuar como barrera. Pero cuando no hay nadie en el asiento trasero, el impacto de los objetos del maletero lanzados hacia adelante puede atravesar el habitáculo y golpear los asientos delanteros. Para evitarlo, hay una solución: abróchense los cinturones de seguridad en la parte trasera antes de partir, incluso cuando los asientos estén vacíos. Al igual que para un pasajero, los cinturones de seguridad ayudan a sujetar los objetos y evitan que salgan despedidos hacia adelante.
Aunque el Código de Circulación castiga no usar el cinturón de seguridad con una multa de 135 euros y la pérdida de 3 puntos del carnet de conducir, no exige abrocharlo en asientos vacíos. Sin embargo, dado el peligro que supone cargar el maletero en caso de colisión, conviene replantearnos nuestros hábitos. Abrocharse el cinturón solo lleva unos segundos; un simple clic puede evitar muchas tragedias.
L'Internaute