"Tendremos que tomar decisiones dolorosas": la llamada de alarma de los jefes de Stellantis y Renault

Una alerta conjunta de dos competidores. Los directivos de Stellantis y Renault instan a la Unión Europea a simplificar urgentemente sus regulaciones, considerando que les impiden ofrecer coches baratos y amenazan su producción en suelo europeo a medio plazo, según su entrevista conjunta con Le Figaro publicada la noche del lunes 5 de mayo.
"El mercado automovilístico europeo lleva cinco años en declive", afirma John Elkann, presidente de Stellantis, y "al ritmo actual, el mercado podría reducirse a más de la mitad" de aquí a 2035.
«El mercado no compra lo que Europa quiere que vendamos», añade Luca de Meo, director general de Renault: «No podremos sustituir todos los volúmenes actuales con vehículos eléctricos en estas condiciones».
"Si la trayectoria no cambia, tendremos que tomar decisiones dolorosas para el sistema de producción en los próximos tres años", advirtió el director de Stellantis, para quien "el destino de la industria automovilística europea se decidirá este año".
"Por el contrario, si hay movilización en torno a una opción política clara, si recreamos un mercado y volúmenes, ambos estamos convencidos de que podremos seguir produciendo en Europa, incluida Europa Occidental", afirma.
"Todos los países del mundo con industria automotriz se están organizando para proteger su mercado. Excepto Europa", se preocupa el jefe de Renault, en medio de una guerra comercial y rivalidades con Estados Unidos y China.
"Entre los fabricantes europeos hay dos escuelas de pensamiento", explica Luca de Meo. Stellantis y el grupo Renault, que juntos representan el 30% del mercado, quieren producir y vender coches populares en Europa y para Europa. Y marcas premium, para quienes Europa es sin duda importante, pero cuya prioridad es la exportación.
"Durante veinte años, es su lógica la que dicta las reglas", lo que ha llevado a la producción de coches "cada vez más complejos, cada vez más pesados, cada vez más caros", lamenta.
Los dos hombres se dirigen a Francia, Italia y España, cuyas poblaciones "son los compradores" de coches pequeños, que "son también los productores" y que "juntos pesan más que Alemania", según John Elkann.
"Lo que pedimos es una regulación diferenciada para los coches pequeños", explica el director de Renault, quien presenta tres exigencias: "Primero, que la regulación se aplique ahora solo a los modelos nuevos, no a los antiguos; dos, que nos den normas en 'paquetes', en lugar de una cada mes; y tres, necesitamos una ventanilla única en la Comisión".
Según él, los distintos departamentos de Bruselas tienen «estrategias contradictorias. Cuando uno exige la eliminación de los PFA, los eternos contaminantes, lo cual es legítimo, el otro nos pide coches de batería. Sin embargo, no hay baterías sin PFA».
BFM TV