Miles de millones en pérdidas, recortes de empleos, cierre de fábricas: así de mal están realmente las cosas para Nissan

Foto: Nissan
El fabricante de automóviles japonés Nissan ha publicado sus resultados financieros correspondientes al año fiscal 2024, que finalizó en marzo. Apenas seis semanas después de asumir el cargo a principios de abril, el nuevo CEO de Nissan, Iván Espinosa, tuvo que anunciar la segunda mayor pérdida en la historia de la compañía.
Entre abril de 2024 y marzo de 2025, el fabricante automovilístico japonés solo logró vender 3,346 millones de vehículos en todo el mundo. Hace unos años, Nissan vendía más de cinco millones de coches al año. Las ventas netas consolidadas ascendieron a 12,6 billones de yenes. La compañía obtuvo un beneficio operativo de 69.800 millones de yenes (430 millones de euros), lo que supone una rentabilidad sobre las ventas de tan solo el 0,6 por ciento y un descenso del 88 por ciento respecto al año anterior. Debido a la alta depreciación, el año fue uno de los peores en la historia de Nissan, con una pérdida neta de 670,9 mil millones de yenes (4,1 mil millones de euros). Esta pérdida es apenas ligeramente superior a la registrada en 1999, cuando Renault adquirió Nissan y la salvó de la quiebra.
Según Nissan, las elevadas pérdidas se deben, entre otras cosas, a la alta depreciación de las inversiones. También hubo errores estratégicos: en EE.UU. no se aprovechó el paso a los modelos híbridos, mientras que en Europa la empresa no logró mantener su anterior papel pionero en la electromovilidad. Además, la disociación de Renault significa que faltan sinergias en Europa. Para sobrevivir, Nissan debe reposicionarse rápidamente, explicó Espionsa. Con el plan de rescate, bautizado como Re:Nissan, el fabricante de automóviles japonés pretende reducirse radicalmente hasta alcanzar un tamaño saludable. El objetivo es volver a ser rentable en el ejercicio 2026.
El año pasado, el fabricante de automóviles en dificultades anunció que recortaría 9.000 puestos de trabajo. Ahora, según el nuevo plan, se perderán un total de 20.000 puestos de trabajo, aproximadamente el 17 por ciento de la fuerza laboral mundial. Además, Espinosa planea cerrar siete de las 17 plantas de automóviles y motores, incluidas las de Japón, para reducir la capacidad de producción de poco menos de cuatro millones a 2,5 millones de automóviles en 2027 y volver a ser rentable de forma permanente. En el sector de proveedores se ahorrarán aproximadamente tres mil millones de euros. Para ello, el grupo pretende recurrir cada vez más a proveedores chinos.
Nissan también quiere volver al éxito en mercados clave importantes con nuevas estrategias. En EE.UU., los japoneses quieren centrarse más en los modelos híbridos y potenciar la marca filial Infiniti a través de más sinergias con la marca Nissan. La ampliación de la gama de modelos está prevista en el mercado nacional de Japón. En China, Nissan quiere avanzar en el ámbito de los coches eléctricos mediante una cooperación aún más estrecha con su socio Dongfeng. Las exportaciones de China también tienen como objetivo ayudar a atender los mercados mundiales. En Europa, la atención se centra en los SUV de los segmentos B y C. En este ámbito, Nissan pretende aprovechar sus alianzas con Renault, Mitsubishi y socios de China para diversificar aún más su oferta. En Oriente Medio, la compañía se centra en los SUV de gran tamaño y también explora productos de China para reforzar su oferta competitiva. A pesar de los aranceles estadounidenses, se espera que México siga siendo un importante destino de exportación.
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