La aviación británica despega hacia la era cero emisiones para hacer sus primeros vuelos regionales impulsados por hidrógeno

Martí Figueras
La aviación está entrando en una nueva era. Tras décadas de emisiones que han contribuido al cambio climático, el sector aeroespacial busca alternativas limpias que permitan volar sin dejar huella de carbono. Entre las soluciones más prometedoras se encuentra el hidrógeno, capaz de alimentar motores eléctricos que convierten a los aviones en vehículos prácticamente sin emisiones.
Entre las empresas que lideran esta revolución se encuentra ZeroAvia, fundada en 2017 y con sede tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos. Especializada en el desarrollo de motores eléctricos de hidrógeno, la compañía ha centrado sus esfuerzos en aeronaves regionales de hasta 19 plazas. Su objetivo pasa por ofrecer un sistema de propulsión limpio, eficiente y capaz de operar vuelos comerciales reales sin emisiones.

Recientemente, ZeroAvia ha dado un paso histórico al asociarse con Loganair, aerolínea regional escocesa, para lanzar los primeros vuelos comerciales cero emisiones del mundo. Esta colaboración inicialmente se basa en el uso de su sistema ZA600, probado con éxito en el Dornier 228, pero para los vuelos comerciales previstos se implementará el motor ZA2000 de 2.500 kW que combina potencia y autonomía suficiente para rutas regionales para aviones de 40 a 80 asientos. La compañía ya ha llevado a cabo múltiples pruebas de vuelo después de obtener la certificación experimental de tres prototipos.
El corazón de esta innovación es el motor eléctrico ZA2000 de 2.500 kW, diseñado específicamente para aviones regionales. Esta potencia permite alimentar aeronaves de hasta 80 plazas con hidrógeno, logrando vuelos de cero emisiones de CO2 y reduciendo considerablemente el ruido respecto a los motores tradicionales. Su diseño modular facilita su adaptación a diferentes modelos de avión y alarga la vida útil de los sistemas de propulsión, lo que sin duda va a convertirse en una alternativa viable para la aviación regional en un futuro cercano.

A su vez, constituye una solución capaz de ofrecer una autonomía de hasta 1.100 kilómetros, suficiente para cubrir la mayoría de rutas regionales con fiabilidad. Desde una perspectiva operativa y económica, también representan una oportunidad atractiva para Loganair, ya que los motores eléctricos requieren menos mantenimiento que los térmicos, lo que se traduce en más disponibilidad y menores costes.
A parte de estas ventajas, otro aspecto destacable es el impacto en el ruido y la experiencia de los pasajeros. Los motores eléctricos alimentados por pila de combustible de hidrógeno generan menos vibraciones y menos ruido que los motores convencionales, lo que se traduce en un vuelo más silencioso, especialmente en fases de despegue y aterrizaje. Esto no solo beneficia a los pasajeros, sino también a las comunidades cercanas a los aeropuertos al reducir la contaminación acústica.
La colaboración con Loganair permitirá a ZeroAvia poner a prueba su motor ZA2000 en vuelos regionales comerciales, conectando pequeñas ciudades de Escocia con rutas sostenibles y sin emisiones. Estos vuelos servirán como demostración real de que la propulsión por hidrógeno, más allá de las pruebas de laboratorio, también es viable en operaciones comerciales.
Los responsables del proyecto confían que la flexibilidad del sistema ZA2000 facilite que otros operadores regionales puedan sumarse a esta transición hacia una aviación más ecológica.
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