¿Qué coche tiene prioridad: A, B o C?

A menudo se crea confusión cuando tres coches cruzan en una intersección. Sin embargo, existe una regla poco conocida que ayuda a saber quién debe pasar primero.

Algunas situaciones de conducción son más complejas que otras. Esto suele ocurrir cuando no hay señalización, cuando los conductores deben confiar en su conocimiento del Código de Circulación. Algunas intersecciones a veces dan lugar a situaciones caóticas. Cuando dos vehículos se encuentran en una intersección sin semáforo en rojo ni señales de stop o ceda el paso, puede surgir rápidamente un problema si uno de los dos conductores no comprende la norma de preferencia de paso. Pero es aún peor cuando tres coches llegan a la intersección al mismo tiempo. Todos hemos experimentado ese momento en el que todos frenan y se miran para ver quién pasa primero.

Sin embargo, hay una regla que todo usuario de la vía debe conocer. Se refiere a la situación del diagrama a continuación. Los vehículos A, B y C se encuentran en una intersección en T sin señales ni marcas viales. ¿Quién debe pasar primero? Podrías pensar que es el coche negro (C) porque no hay ningún coche justo a su derecha. Pero la realidad es diferente. Para obtener la respuesta correcta, debes observar la dirección en la que circulan estos tres vehículos.

En el caso que nos ocupa, el coche rojo (A) sigue recto, mientras que los vehículos B (azul) y C (negro) planean girar. Este simple detalle ya es decisivo: cuando no hay señales que indiquen el orden de paso, un vehículo que continúa su trayectoria sin cambiar de dirección tiene prioridad sobre los que giran. Así, A, al seguir recto, tiene prioridad absoluta sobre B y C. Independientemente de su posición relativa, es el hecho de que A no gire lo que le da prioridad sobre los demás.

Una vez que el coche negro (A) sale de la intersección, la situación se reduce a dos vehículos: B y C. Aquí es donde entra en juego la famosa regla de preferencia de paso. Si observamos sus respectivas posiciones, C está a la derecha de B. Salvo otra indicación, esta regla se aplica sin excepción. Por lo tanto, el conductor del vehículo C tiene prioridad sobre B y debe pasar primero. B, que no tiene prioridad ni en dirección ni en posición, esperará su turno y cruzará la intersección el último.

Aunque la situación inicial pueda parecer compleja en el diagrama, en última instancia sigue unas reglas de conducta bastante sencillas. Sin embargo, todos los protagonistas deben estar familiarizados con ellas.