En imágenes. Con el Lotus Elise, Inglaterra reinventa el deportivo ideal.

Corre el año 1994 y, seamos claros: Lotus está en apuros. Las arcas están desesperadamente vacías, el fabricante inglés acaba de perder su equipo de Fórmula 1 por falta de financiación y resultados, y en Hethel, un pequeño pueblo del sur de Norfolk, la gente vuelve a estar preocupada por la desaparición de la legendaria marca inglesa de deportivos. Cabe decir que coquetear con la bancarrota forma parte del ADN de Lotus. Pero un coche pequeño lo cambiará todo.
Le Progres