Seat mira adelante con los nuevos Ibiza y Arona

La marca española Seat cumple 75 años de historia y como último cartucho en este año de festejos, acomete la renovación de sus dos modelos más pequeños: el Ibiza y el Arona.

«Son dos coches de éxito fundamentales para nuestra gama y crecimiento. Por eso, al mismo tiempo que los mejoramos, los preparamos para el futuro, con el próximo cumplimiento de la Euro 7 y la introducción de sistemas de propulsión mild-hybrid» dijo sobre ellos Markus Haupt durante la presentación internacional de ambos coches y en la que fue su primera intervención pública ya confirmado como presidente de Seat y Cupra.

Su importancia la dan las cifras: del Ibiza, que va por su quinta generación, se ha comercializado desde 1984 más de seis millones de unidades. Del Arona, lanzado en 2017, se han despachado más de 750.000.

Los pedidos se abren en noviembre, con unos precios que parten de 18.420 sin ayudas y, dato curioso, con la baliza V-16 de regalo. Las tarifas apenas suponen 250 euros más a pesar de las mejoras introducidas y las primeras unidades se entregarán ya a comienzos de 2026.

Los cambios no afectan a la parte estructural, por lo que siguen divertidos y agradables de conducir, aunque con un punto de dureza extra en las suspensiones como pudimos comprobar durante una breve ruta por carreteras de Ibiza.

Tampoco cambian las medidas: el Ibiza se mantiene como un utilitario de 4,06 metros de largo con 355 litros de maletero (unos de los mejores de su categoría), mientras que el Arona -10 cms más largo- es su declinación SUV, con una carrocería más elevada y con mejor acceso y un poco más hueco (400 litros) para el equipaje.

Las novedades las encontramos, primero, en el diseño. El frontal es completamente nuevo -con luces Full LED siempre de serie y nueva firma lumínica- mientras la zaga cambia menos. Hay más llantas disponibles (algunas con acabado diamantado), con medidas desde 15 hasta 18 pulgadas, y la paleta de colores mejora con la llegada de pinturas que cambian según cómo incida en ellas la luz. Además, el Arona se ofrece con opción bicolor.

Puertas adentro, el salto tiene que ver con las decoraciones y los materiales. Ahora hay más acolchados y mejora la sensación de calidad percibida, a lo que las versiones FR (los otros acabados son Reference y Style) añaden asientos deportivos de tipo baquet. La información le llega al conductor a través de una pantalla central multimedia de ocho o nueve pulgadas, mientras que el cuadro de instrumentos puede ser digital configurable de 10,25 pulgadas.

Los dos coches cuentan con conectividad inalámbrica, sistema de reconocimiento de voz, cargador refrigerado para el móvil de 15 w y podemos tener un equipo de sonido con 300 watios, climatizador bizona, techo solar panorámico (no en el SUV) o el llamado Seat Profile que incluye cuatro programas de conducción.

Todas las versiones son de gasolina, con 80 CV (no en el Arona), 95, 115 y 150 CV, este último con desconexión de cilindros para gastar menos. La caja de cambios puede ser manual de cinco o seis marchas, o automática DSG de siete.
Es decir, siempre con etiqueta C ya que las variantes con hibridación ligera tenía más sentido lanzarlas al mismo tiempo que se adaptan los motores a la Euro 7, que llegará en 2027. Seguro que serán más eficientes, aunque habrá que ver si para entonces no se ha modificado el sistema de etiquetado de la DGT. Según el actual, les correspondería la ECO.
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