La tabla eléctrica que los riders avanzados usarán para volar sobre las olas este verano

Martí Figueras
Cuando el calor aprieta, como sucede estos días de verano, el mar se convierte en algo más que un escenario para refrescarse. La inmensidad del agua dibuja un escenario perfecto para practicar deportes. Surf, paddlesurf, kitersurf, windsurf… y desde hace unos años, el eFoil. Estas tablas eléctricas con hidroala han cambiado la manera de deslizarse sobre el agua y ofrecen a sus practicantes una experiencia a medio camino entre volar y navegar.
Al no depender de las olas ni del viento, permiten una libertad de movimiento que atrae tanto a amantes del mar como a quienes buscan sensaciones nuevas. Si al principio eran una novedad para curiosos con presupuesto, ahora empiezan a ser habituales en las playas más concurridas.

Una de las marcas pioneras en este terreno es Unifoil, una empresa sudafricana que sorprendió en 2021 con su Hydroflyer, una tabla de hidroala motorizada que rompía con el enfoque clásico al incorporar un manillar. Con esa idea, buscaban dar más control y estabilidad a los principiantes, al tiempo que abrían la puerta a maniobras más atrevidas para los más experimentados.
La propuesta encajó bien en un momento de auge de los deportes personales eléctricos y llamó la atención por su aspecto futurista, a medio camino entre una tabla de surf y una moto acuática. Ahora, justo a tiempo para el verano, presentan una nueva versión más radical, la Hydroflyer Sport.
El cambio más visible en esta actualización es el diseño del morro. La clásica forma en ‘V’ de la versión Cruiser ha desaparecido y ha sido sustituida por una punta más plana y ligera. Según Unifoil, lo que pierde en capacidad de penetración lo compensa con creces con un peso de giro ultraligero y una vista despejada del agua. El resultado es una tabla más ágil y con mejor respuesta.

El nuevo modelo sigue la misma fórmula base. Cuenta con un motor eléctrico, chasis de fibra de carbono, batería de iones de litio de 2,45 kWh -que brinda una autonomía de 1,5 a 3 horas, dependiendo de la intensidad de uso- y posibilidad de quitar el manillar para un uso más libre.
Pero aquí se acaban las similitudes. La Sport ha sido diseñada desde cero para usuarios avanzados que buscan una conducción más dinámica, técnica y exigente, con reacciones más rápidas, mayor margen para maniobras y una sensación de control mucho más directa que en modelos orientados a principiantes.
Otra diferencia importante es el tamaño: con 1,7 metros de largo, la Sport es más compacta que su antecesora, algo que facilita el transporte y la hace más cómoda para usuarios de menor estatura o que buscan reducir el volumen del equipo. También incorpora un foil más pequeño, que permite tomar curvas más cerradas y surfear olas con mayor soltura.

De hecho, no es una tabla para aprender, sino para perfeccionar el arte del foiling, pensada para quienes ya dominan el equilibrio y quieren ir un paso más allá, tanto en control como en diversión.
Por último, por lo que respecta al precio, se mantiene igual que el modelo original. Es decir 17.666 euros, una cantidad solo al alcance de los bolsillos más profundos. Pero ahora la elección depende del perfil del usuario. El Cruiser sigue siendo la opción más adecuada para quienes se inician o valoran una conducción estable. La nueva Hydroflyer Sport, en cambio, apuesta por una experiencia más radical y personalizada, pensada para riders que quieren exprimir cada giro sobre el agua.
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