El feroz Aston Martin valorado en más de 2 millones de euros

A partir del 22 de mayo, una joya de competición estará esperando a un afortunado conductor en su garaje. Y es que en esa fecha sale a subasta un impresionante Aston Martin DBR9 GT1 de 2008, que participó en el Campeonato Mundial FIA de GT1 de 2010 en Abu Dabi.

El chasis número 109, más que por su rendimiento, destaca por su importancia histórica, pues es el último de los 17 ejemplares fabricados del Aston Martin DBR9 GT1 por el famoso equipo de Prodrive. De ahí su excepcionalidad.

Aston Martin nunca ha ganado el Campeonato de Constructores de Fórmula 1, pero se ha movido mejor en las carreras de resistencia de coches deportivos, como por ejemplo, en las 24 Horas de Le Mans, donde acumula 19 victorias en su categoría a lo largo de los años.

Mecánica El motor del DBR9 es un V12 de 5.9 litros que genera una potencia de 616 CV

Este modelo que la casa de subastas RM Sotheby's podrá a la venta en Milán formó parte en su día de la búsqueda constante de la marca británica del éxito en el automovilismo. El mejor resultado de este coche en competición fue el quinto puesto en el RAC Tourist Trophy 2010, en Silverstone.

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Este Aston Martin DBR9 GT1 disputó dos rondas del Campeonato Mundial FIA GT1 2010, terminando en quinto lugar en Silverstone. La antigua clase GT1 de carreras, compuesta por vehículos Gran Turismo enfocados al circuito, se estrenó en 1993. Aston Martin se incorporó en 2005 con el debut de su DBR9 GT1 en las 12 Horas de Sebring de ese año, donde se alzó con la victoria en su categoría.

Un DBR9 también ganó el grupo GT1 en los 1.000 km de Nürburgring y logró una victoria absoluta en la Bahrain Supercar 500, la última parada del Campeonato FIA GT de esa misma temporada 2005. El modelo se basaba en el DB9 de carretera del fabricante, pero fue rediseñado y desarrollado por Prodrive, especialistas británicos en competición.

Resultados Su mejor posición en competición fue el quinto puesto en el RAC Tourist Trophy 2010 en Silverstone

El coche cuenta con un motor V12 de 5.9 litros que genera 616 CV y está acoplado a una transmisión secuencial Xtrac de seis velocidades. En su última carrera profesional, los 1.000 kilómetros de Spa en 2010 a manos de Christoffer Nygaard y Stefan Mücke, el chasis número 109 quedó debió abandonar tras sufrir un accidente.

Después ello, nunca más volvió a competir de forma profesional, aunque fue reparado en 2011 y su motor fue restaurado en 2014. Al año siguiente, el coche pasó de manos del piloto danés Jan Struve a un nuevo propietario.

La combinación de colores actual y el dorsal del coche, si bien no son los que usó originalmente en competición (cuando era blanco con detalles en rojo), rinden homenaje al DBR9 que terminó sexto en la general en las 24 Horas de Le Mans en 2006. El coche que ahora se ofrece por más de 2 millones de euros sólo ha tenido dos propietarios y está en un excelente estado. En el vídeo adjunto podrás verlo rodando en la pista.